Para cualquier asimoviano le es familiar el término "Crisis Seldón", lo genial de aquellas crisis es que simplemente tenías que sentarte a esperar a que pasara y se solucionara a tu favor. Los miembros de la Fundación (o mejor dicho Primera Fundación) salían fortalecidos después de cada una de ellas.
Sin embargo, a pesar de que "su destino" estaba más o menos escrito nunca hubiesen pensado que una anomalía impredecible en la gran ecuación de Seldón pudiese alterarlo todo. Su dios no tenía previsto la aparación del famoso "Mulo" y el pánico se apoderó de todos, el fin de la civilización estaba a la vuelta de la esquina.
Intento explicar que es lo que pasa.
Cuando parecía que tenía todo tan bellamente planeado, mi propia anomalía ha hecho su aparición.
A cierta persona le he criticado su forma tan adolescente de vivir y sentir el amor, pero al final no es otra cosa más que pura envidia...
...cuando el amor no sabe de ecuaciones.
2 comentarios:
Suena como filosofia existencialista de los años 50. Un poco de esto y un poco de aquello. Simplemente razon y corazón no concuerdan...por eso es dificil que se produzca un consenso ahi.Un profe (Mario Rosas), decia que era imposible resolver un ejercicio matemático teniendo sexo...en la practica seria una ridiculez, pero mediante esto, graficaba que razon, sensacion y sentimiento no van de la mano...
Hay que vivir las cosas para darse cuenta de qué lado estás, y como te afecta eso a ti...
A veces es bueno lanzarce a los brazos de la vida como un adolecente; como cuando éramos libres e ingenuos.
(Recuerda que son 5 años y un día compadre )
Publicar un comentario